EL ARTE DE TRANSFORMAR LA PRESA EN LOMITO IBÉRICO

EL ARTE DE TRANSFORMAR LA PRESA EN LOMITO IBÉRICO

El lomito ibérico es uno de los embutidos más apreciados dentro de la gastronomía española. Su sabor inconfundible, su textura jugosa y su característico veteado se logran gracias a un proceso artesanal meticuloso que garantiza la máxima calidad. En este artículo, te invitamos a conocer de primera mano cómo se transforma la presa ibérica en lomito ibérico, detallando cada una de las  fases  de su elaboración para que aprecies el gran trabajo que hay detrás de este manjar.

1-Selección y Preparación de la Presa Ibérica

Todo comienza con la selección de la presa ibérica, una de las piezas más nobles y sabrosas del cerdo ibérico, que se extrae del cabecero. Esta carne se caracteriza por su infiltración de grasa intramuscular, lo que le otorga una jugosidad y sabor excepcionales, equilibrando perfectamente la proteína y la grasa, similar al jamón ibérico.

Una vez extraída, la pieza se limpia cuidadosamente para eliminar cualquier exceso de grasa o impurezas que puedan interferir en la calidad final del producto. Después, la pieza, se almacena en cámaras frigoríficas a temperaturas entre 0º y 21ºC durante 24-48 horas, asegurando su firmeza y conservación antes del siguiente paso. 

2-Adobo y Maceración: La Clave del Sabor de nuestro lomito ibérico

El adobo es el alma del lomito ibérico, el secreto que otorga su característico sabor especiado y profundo. Para ello, se elabora una mezcla con ingredientes naturales como: 

Ajo
Orégano
Pimentón de la Vera
Sal

Las piezas se sumergen en este aliño y se dejan macerar durante siete días, permitiendo que los sabores se impregnen completamente en la carne. Este proceso garantiza que cada bocado tenga un equilibrio perfecto entre intensidad y suavidad.

3-Embuchado y Reposo para un lomito ibérico exquisito

Una vez que la carne ha absorbido todo el adobo, llega el momento del embuchado. Un proceso delicado en el que el lomito se embute en tripa de colágeno, una proteína animal comestible que ayuda a conservar su estructura y facilita su curación. Es un paso muy meticuloso, que requiere de manos expertas, ya que la tripa debe ser colocada correctamente para evitar rupturas o pérdidas de sabor, asegurando que el producto mantenga su integridad y calidad.

Una vez embutido, el lomito se deja reposar durante 24 horas, asegurando la adecuada absorción del adobo y una distribución homogénea de los aromas y sabores.

4-Secado y Curación: Un Proceso Lento y Natural

El curado del lomito ibérico es una fase fundamental para desarrollar su sabor y textura final. Durante un mínimo de 90 días, la pieza pasa por un riguroso proceso de secado y maduración en condiciones controladas. Este proceso tiene lugar en secaderos naturales, donde se cuida cada detalle del entorno para garantizar que la carne se cure de forma óptima:

Temperatura inicial: 8ºC con 75% de humedad.

Aumento progresivo:+3ºC de temperatura y -4% de humedad.

Tiempo total en secadero: 90 días.

Este proceso es más largo en la raza ibérica que en otras variedades, lo que garantiza un producto de alta calidad, con un aroma profundo y una textura firme pero jugosa. La paciencia y el control de la temperatura y humedad son esenciales para lograr el equilibrio perfecto.

5-Envasado y Distribución

Una vez que el lomito ibérico ha alcanzado su punto de curación ideal, se procede a su envasado, un proceso que permite conservar sus propiedades organolépticas y garantizar que llegue al consumidor en su mejor estado. En Los Romeros de Alanís, nos encargamos de cuidar cada detalle de este proceso, utilizando técnicas que mantienen intactas las cualidades de sabor, textura y aroma. De esta manera, garantizamos que cada pieza de lomito ibérico sea una experiencia de calidad suprema para quienes lo consuman.

6-¿Cómo disfrutar del Lomito Ibérico de Los Romeros de Alanís?

El lomito ibérico de Los Romeros de Alanís es un producto gourmet que debe disfrutarse de la manera más pura posible para apreciar todo su sabor. A continuación, te ofrecemos algunas recomendaciones para disfrutarlo al máximo:

Temperatura de consumo: el lomito ibérico debe servirse siempre a temperatura ambiente. Si se guarda en frío, es importante sacarlo al menos 15 minutos antes de consumirlo, ya que esto ayuda a que los aromas y sabores se intensifiquen:


Cortar el lomito ibérico: se recomienda cortar el lomito en finas lonchas, lo que permitirá que el sabor y la textura se liberen al momento de consumirlo. Si prefieres comodidad, también puedes optar por el lomito ibérico de bellota loncheado, listo para consumir en cualquier momento. 

Maridaje: el lomito ibérico se puede combinar  perfectamente con un buen vino tinto joven o incluso un vino blanco seco que realce la complejidad de sus matices. Además, puedes acompañarlo con pan crujiente, aceitunas o una selección de quesos curados, creando una armonía de sabores que elevará tu experiencia gastronómica.

La transformación de la presa ibérica en lomito ibérico por parte de Los Romeros de Alanís es el ejemplo perfecto de cómo la tradición y la innovación se fusionan para crear un producto verdaderamente excepcional. Cada etapa del proceso, desde la selección de la carne hasta el envasado final, está pensada para preservar y potenciar las características únicas del cerdo ibérico, garantizando un manjar de calidad superior. 

Para disfrutarlo solo, en tapas o como parte de un plato elaborado, el lomito ibérico de Los Romeros de Alanís es exquisito.

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No pierdas la oportunidad de probar este producto y de llevarte a casa el verdadero sabor del cerdo ibérico de calidad artesanal. Compra en Los Romeros de Alanís y descubre cómo cada pieza ibérica es una celebración de la excelencia culinaria andaluza. ¡Haz de tus platos algo único y disfruta del auténtico sabor ibérico en su máxima expresión!

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