Cómo conservar el jamón ibérico: la guía definitiva para cada tipo de jamón

En Los Romeros de Alanís llevamos generaciones dedicados al arte del jamón. Cuidamos cada detalle, desde la crianza del cerdo ibérico en la dehesa hasta el último día de curación en nuestras bodegas. Pero sabemos que una vez que el jamón llega a tu hogar, surge una preocupación muy común: cómo conservar el jamón ibérico para que no se seque y se mantenga en condiciones óptimas durante más tiempo.
Esta guía está pensada para ayudarte a entender cómo tratar cada tipo de jamón según sus características. Porque no todos los jamones son iguales, y un buen corte empieza mucho antes del cuchillo: empieza en la conservación.
¿Por qué se seca el jamón?
El jamón ibérico, una vez iniciado el corte, queda expuesto al oxígeno. La grasa empieza a oxidarse y la carne pierde humedad si no se protege correctamente. Esto provoca que se endurezca, pierda sabor y se vuelva menos agradable al paladar. Saber cómo conservar el jamón ibérico correctamente es esencial si queremos mantener su textura jugosa y sus matices aromáticos intactos.
Jamón de Bellota 100% Ibérico
Graso, jugoso y elegante
Este jamón proviene de cerdos ibéricos de raza pura, criados en libertad y alimentados exclusivamente con bellotas durante la montanera. Su alta infiltración de grasa lo convierte en un jamón jugoso, con una untuosidad natural que actúa como protector, pero también requiere cuidados específicos.
- Toma láminas finas de grasa del propio jamón y colócalas sobre la zona de corte después de cada sesión.
- Usa un paño de algodón transpirable para cubrir toda la pieza.
- Evita totalmente el uso de plásticos en contacto directo con la carne.
- Guárdalo en un espacio fresco, seco y sin cambios bruscos de temperatura, entre 16 y 20 °C.
Jamón de Bellota 50% Raza Ibérica
Sabroso y más firme
Jamón de Bellota 50% Raza Ibérica
Comparte el mismo entorno de crianza que el anterior, pero su genética mixta implica una menor infiltración de grasa. Esto lo hace más delicado frente a la sequedad.
- Protege siempre la parte cortada con su propia grasa.
- Si no vas a consumirlo en los próximos días, puedes aplicar una capa fina de film sobre la carne antes de colocar el paño.
- Mantén el jamón alejado de fuentes de calor, en un lugar fresco y sin exposición directa a la luz.
Jamón de Cebo de Campo Ibérico 50% Raza Ibérica
Natural, más sensible al aire
Jamón de Cebo de Campo Ibérico 50% Raza Ibérica
Criado en semi-libertad y alimentado con piensos y pastos, este jamón tiene una infiltración de grasa moderada. Es más propenso a perder humedad rápidamente.
- Utiliza grasa y una capa de film solo en la zona cortada.
- Cubre el conjunto con un paño seco de algodón.
- No cortes más de lo que vayas a consumir para evitar oxidaciones innecesarias.
- Evita colocarlo cerca de ventanas o en la cocina, donde los cambios de temperatura son frecuentes.
Jamón de Cebo Ibérico 50% Raza Ibérica
Suave y estructurado
Jamón de Cebo Ibérico 50% Raza Ibérica
Este jamón, proveniente de animales criados en cebadero, tiene una curación más técnica y menor grasa infiltrada. Es el más sensible de todos al secado.
- Protege con grasa y film alimentario solo la parte expuesta.
- Cubre el conjunto con un paño y, si es posible, guárdalo dentro de una bolsa jamonera transpirable.
- Evita ambientes excesivamente secos o con calefacción.
Jamón Curado Gourmet
Curación equilibrada, firmeza aromática
Con una curación más prolongada y un perfil menos graso, este jamón necesita especial atención una vez comenzado.
- Aplica grasa en cada sesión de corte.
- Cúbrelo con un paño seco y asegúrate de colocarlo en un entorno ventilado pero protegido.
- En verano, conviene consumirlo más rápido o cubrir la parte expuesta con film para evitar desecación.
Jamón Curado Premium
Selecto y profundo
Nuestro jamón más exclusivo dentro de la gama curada. Su textura firme y matices intensos necesitan un trato delicado desde el primer corte.
- Usa grasa + paño de algodón seco.
- Si se endurece, envuelve la zona expuesta con film y guarda la pieza en un lugar fresco, pero no demasiado seco.
- Idealmente, consúmelo en un plazo medio tras su apertura.
Detalles que marcan la diferencia
Cómo conservar el jamón ibérico bien es respetar el trabajo de años detrás de cada pieza. Es prolongar su vida útil sin alterar su esencia. Los pequeños gestos —una capa de grasa, el paño adecuado, el entorno sin cambios térmicos— son los que garantizan que cada loncha mantenga todo su potencial gastronómico.
En Los Romeros de Alanís, no solo te ofrecemos jamones de calidad excepcional. Te acompañamos también en el proceso de conservación, porque sabemos que la experiencia del jamón va más allá de la compra: es una vivencia que se cuida día a día.
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